Ø Camina plácido entre el ruido y la prisa y piensa en la paz que se puede hallar en el silencio.
Ø Enuncia tu verdad de una manera serena y clara y escucha a los demás, incluso al que crees torpe e ignorante, ya que también ellos tienen su historia.
Ø En la medida que te sea posible, y sin rendirte, mantén buenas relaciones con todas las personas que conozcas.
Ø Esquiva, sin embargo, las personas ruidosas y agresivas pues son un verdadero fastidio para el espíritu
Ø No te compares con nadie. Si te comparas con los demás te volverás vanidoso o amargado, porque siempre habrá personas más pequeñas o más grandes que tú.
Ø Disfruta de tus éxitos lo mismo que de tus planes. Mantén el interés por tu propio trabajo, por humilde que sea, eso que haces es un verdadero tesoro en el fortuito cambiar de los tiempos.
Ø Sé muy cauto con tus negocios pues el mundo está lleno de engaños, pero no dejes que eso te vuelva ciego para la virtud que también existe.
Ø Hay muchas personas que se esfuerzan por alcanzar nobles ideales. No los olvides. La vida está llena de heroísmo.
Ø Sé sincero contigo mismo. En especial no finjas el afecto y no seas cínico en el amor, pues en medio de todas las cosas áridas y el desengaño, el amor es perenne como la hierba.
Ø Acata dócilmente el consejo de los años. Y cultiva siempre la firmeza del espíritu.
Ø Mantén una sana disciplina pero ámate y sé benigno contigo mismo.
Ø Debes estar en paz con Dios, cualquiera sea la idea que tengas de Él.
Ø Conserva la paz de tu alma en la ruidosa confusión de la vida.
Ø Aún con toda su farsa, penas y sueños fallidos, el mundo es todavía hermoso
Ø Por eso esfuérzate. Esfuérzate por ser feliz.
Sibila.
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