martes, 30 de agosto de 2011

La Sal y sus poderes


La creencia que cuando se derramaba la sal era de mala suerte viene de  tiempos antiguos , porque las transacciones comerciales se hacian con la sal, y las persona haciendo el trueque (cambio) se pagaba con la sal

 De alli viene esa frase que si te cae la sal te volveras salado con mala suerte , ya que estás perdiendo el dinero en polvo blanco .

La práctica se remonta a culturas milenarias, como la de los sumerios, los egipcios, los asirios y los griegos. En realidad, estos pueblos valoraban infinitamente este elemento, ya que les permitía purificar el agua, conservar la carne y el pescado, realzar el sabor de las comidas y curar heridas.
Además, algunos pueblos, como los hebreos, los griegos y los romanos también emplearon la sal, en muchos de sus sacrificios. Del mismo modo, "si quieres proteger y aumentar tus finanzas, se recomienda arrojar tres puñados de sal sobre el fuego, a primera hora del día, concentrándote en tu objetivo"

La sal es una sustancia incolora, cristalizada y de gusto acre la cual es conocida desde épocas remotas.
En la antigua Grecia gozaba de gran valor hasta el grado de llegar a ser considerada como moneda de cambio en el comercio de esclavos, mientras que por la misma época en Roma a los soldados se les pagaba con una ración de sal conocida como salarium argentum. De ahí derivó la palabra que conocemos para designar la remuneración del trabajo de una persona: salario.

Sin embargo, en la Biblia, la sal va adquiriendo otro valor, alejado ya de lo económico, al clasificarse como un elemento purificador. El Levítico impone a los hebreos salar abundantemente sus ofrendas como signo de su alianza con Dios. En el Segundo Libro de los Reyes, el profeta Eliseo purifica un río cuyas aguas eran tóxicas tirando sal.
 
                                                                

En otras culturas también ha existido ese concepto de la sal como purificador y protector contra lo negativo. Alguna vez las campanas de las iglesias se bendecían con agua salada antes de ser echadas al vuelo, para establecer una buena comunicación con Dios y alejar los malos espíritus; así mismo, en el bautismo católico el pequeño se unge con agua salada.
 

En este sentido, existen rituales de purificación y de protección que usted puede realizar con la sal con el fin de alejar el desaliento y la baja de energía y, a la vez, protegerse contra las vibraciones negativas.                                      

Ritual para renovar la energía:
Añadir al agua del baño, sal previamente molida en el embase, a medida que el agua resbala por la piel se debe pensar en sus enfermedades, problemas, inquietudes y situaciones que intranquilizan. Del mismo modo que la sal pasó del estado sólido al líquido, las malas energías abandonan el cuerpo y se neutralizan en el agua. De preferencia debe aplicarse el agua con sal con ayuda de una esponja para masajear el cuerpo con uniformidad. Finalmente, termine el baño de la manera acostumbrada, con agua y jabón.

Se puede combinar la sal con escencias teniendo el cuidado de que se impregne la sal de manera uniforme y sin empaparla. Se revuelve con un cucharón de madera y se deja reposar la mezcla unos minutos para verificar la concentración del aroma. Finalmente, la sal se pone en un recipiente de vidrio y se utiliza cuando se desea tomar un baño prolongado de renovación de energía.

Entre las esencias que se pueden utilizar están:
Almendra: Tiene la alejar lo negativo.
Azahar: Renueva la energía que se ha gastado por agotamiento emocional.
Canela: De gran ayuda para la persona con problemas emocionales que desean superarse.
Lavanda: Protege de lo negativo.
Lila: Ayuda a restaurar el equilibrio energético.
Rosa: Sus efectos se relacionan directamente con las emociones, alivia la depresión, recupera el ánimo y eleva la autoestima..
                                                                   
Sibila.

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